Mitos y realidades sobre la Estimulación Magnética Transcraneal
La Estimulación Magnética Transcraneal es un tratamiento seguro y científicamente validado que mejora la función cognitiva y el estado de ánimo. Cuenta con décadas de evidencia, guías internacionales de seguridad y debe ser aplicada por personal médico especializado, ya que sus efectos terapéuticos son progresivos y no inmediatos.
10/21/20252 min read


Mitos y realidades sobre la Estimulación Magnética Transcraneal
La Estimulación Magnética Transcraneal es un procedimiento respaldado por evidencia científica. Sin embargo, existen conceptos erróneos que pueden generar dudas o confusión. A continuación se desmitifican los mitos más comunes con base en evidencia de alto impacto.
Mito: la EMT daña el cerebro
Realidad: La EMT es segura y no causa daño cerebral cuando se aplica según protocolos establecidos.
Un metaanálisis publicado en International Psychogeriatrics (2024) que incluyó 143 estudios con 5,800 participantes demostró que la EMT fue segura y bien tolerada. Las guías de seguridad publicadas en Clinical Neurophysiology (2020) por un panel internacional de expertos establecen que cuando la EMT se aplica siguiendo los parámetros recomendados, el riesgo de efectos adversos graves es extremadamente bajo. Estas guías han sido adoptadas mundialmente como estándar de seguridad.
Mito: la EMT afecta negativamente la memoria
Realidad: La EMT mejora la función cognitiva.
Múltiples estudios demuestran mejorías cognitivas significativas. Un metaanálisis en Frontiers in Aging Neuroscience (2021) sobre efectos de EMT en deterioro cognitivo leve demostró mejorías significativas en memoria de trabajo, memoria episódica y función ejecutiva, sin reportar efectos adversos cognitivos.
Mito: la EMT carece de respaldo científico
Realidad: La EMT cuenta con amplia evidencia científica y aprobación regulatoria.
Un análisis bibliométrico en Frontiers in Neurology (2025) evaluó literatura de 2004-2023, concluyendo que la EMT ha demostrado eficacia terapéutica confiable.
Mito: la EMT es experimental
Realidad: Tratamiento aprobado y establecido con más de 35 años de investigación.
Un estudio de implementación en práctica clínica real publicado en Journal of Clinical Psychiatry (2020) evaluó 6,015 pacientes tratados en 164 clínicas de Estados Unidos, encontrando tasas de respuesta del 58.2% y remisión del 37.1% en depresión, confirmando la efectividad de EMT fuera de ensayos clínicos controlados.
Mito: cualquiera puede aplicar EMT
Realidad: Requiere personal médico especializado y capacitado.
Guías en Clinical Neurophysiology (2020) establecen estándares estrictos para administración, incluyendo capacitación, evaluación y protocolos de seguridad.
Mito: los resultados son inmediatos
Realidad: Los efectos terapéuticos son progresivos.
La respuesta progresiva se explica por mecanismos de neuroplasticidad. Un estudio con resonancia magnética funcional publicado en Biological Psychiatry (2020) demostró que EMT induce cambios cerebrales estructurales y funcionales que se acumulan a lo largo del tratamiento.
Conclusión
La EMT es un tratamiento respaldado por décadas de investigación científica rigurosa. Los mitos suelen basarse en desinformación o confusión con otros tratamientos similares.
La decisión de usar EMT debe tomarse en consulta con un profesional de la salud calificado, quien evaluará si es la opción más adecuada para cada caso.
Referencias y fuentes para consultar
1. Int Psychogeriatr (2024): https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/38329083/
2. Lancet (2018): https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/29726344/
3. J Clin Psychiatry (2020): https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/33216443/
4. Clin Neurophysiol (2020): https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/33243615/
5. Biol Psychiatry (2020): https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/32646651/